Las amigas

Ayer por la tarde, en el parque, viví el reencuentro de mi hija con su amiga Noah. Llevaban dos semanas sin verse y, tras mirarse y reconocerse durante lo que nos ha parecido un largo minuto, se han abrazado riéndose y nombrándose. “Aldara”, decía Noah mientras la señalaba. “Noah”, respondía Aldara, haciendo lo propio. Mirándolas, entre risas, he sido inmensamente feliz. Ellas no lo saben aún —apenas tienen dos años—, pero las amigas serán el amor de su vida. No lo saben aún, pero con ellas tendrá sus primeras peleas por el columpio o el cubo de arena; después aprenderán a compartir y harán de ello un dogma para toda la vida. No lo saben aún, pero juntas pasarán por muchas asignaturas, profesores que les tendrán manía, exámenes más o menos fáciles, extraescolares y recreos. En verano, y quizás en alguna otra época del año, convivirán de campamento y, casi sin darse cuenta, se harán un poquito más independientes, con la inmensidad que eso conlleva. No lo saben aún, pero vivirán ...